jueves, 27 de septiembre de 2007

Arte Moderno

Al bajar la taza de café esta mañana, sentado en una mesa en el restaurante de un hotel, mi vista se ha dirigido a uno de esos cuadros que suelen poblar las paredes de estos lugares. El objeto era de lo más simple: un lienzo pintado de marrón en la mitad inferior y de azul en la mitad superior, con la firma del pintor en una de las esquinas. Mi reacción inmediata ha sido pensar que yo también quiero ser pintor, y conseguir vender por un buen pellizco ese tipo de "obras".

Cuadros abstractos, esculturas retorcidas y, en general, todo tipo de arte moderno, están repartidos por todas partes y es difícil encontrar a alguien que no haya pensado nunca al ver uno de estos objetos, "pero... ¿esto es arte?" El lienzo más curioso que he visto nunca era uno en blanco, con un título similar a "falta de inspiración" (sic); y sí, estaba en un museo. No faltan tampoco las noticias en las que se indica que ciertas obras falsas (pintadas por niños o tal vez consistentes en unos cuantos garabatos) han conseguido filtrarse en los museos entre las obras de grandes "genios".

Dirán los expertos que lo que sucede es que no entendemos de arte. Pues no señor, no entendemos. Pero cuando vemos el David de Miguel Ángel nos maravillamos; nos deleita ver cualquiera de las obras de Goya y podemos llegar a emocionarnos con el Guernica.; y si además un entendido nos explica el contexto histórico y todas las características de la obra, el objeto se convierte de una absoluta maravilla. Sin embargo, por mucho que usted me explique que en un cuadro abstracto las lineas horizontales significan la armonía y las manchas momentos de enfado del autor, como mucho me verá usted exclamar un "ah, pues vale".

Y sin embargo ese tipo de cuadros llenan salas de espera, hospitales, y lo que es peor, galerías de arte.Discúlpenme ustedes, pero hay una gran diferencia entre arte (El fusilamiento del 2 de mayo, La Puerta de Brandenburgo), la belleza en la geometría (Relativity, Cubo Imposible) y unos puros garabatos (Klee, Vaca Abstracta). Yo, personalmente, me quedo con los dos primeros.

martes, 18 de septiembre de 2007

Retraso Enorme...

Dicen por ahí que las siglas de RENFE significan en realidad "Robamos, Estafamos, y Nunca Fuimos Engañados"; otros aseguran que son "Retraso Enorme, Necesitamos Fuerza Empuje". No sé con cuál de las dos me quedaría yo, pero sí es cierto en en demasiadas ocasiones a uno le da que pensar acerca del significado oculto de las siglas. Esta mañana ha sido una de esas situaciones. Leo (véase por ejemplo aquí o aquí) que Renfe ofrece un servicio por el cual envía SMS a los usuarios que lo soliciten para informarles de los retrasos en sus cercanías. Muy bien, pero ahora viene la sorpresa: por lo que parece, piensan cobrar 0.17 euros por el... ¿servicio? Casi me dan ganas de olvidarme de las siglas y quedarme con la tonadilla "retraso enorme, necesitamos cobrarte un poquito más"

Cuando uno viaja al extranjero se da cuenta de que lo típico es encontrarse un panel luminoso en un lugar perfectamente visible de la estación en el que se informa de los próximos trenes, el destino, el tiempo previsto de llegada y si hay alguna incidencia, restraso o comentario adicional. Esto no sucede solamente en la estación principal, sino en todas, incluso en aquel apeadero casi olvidado, dejado de la mano de dios. En España la situación parece completamente diferente: cóbrese por realizar un servicio y, si por alguna razón éste se realiza de forma pésima, en vez de pedir disculpas y reportar una compensación, lo que se hace es justo lo contrario: cobrar de nuevo. Ya me imagino el negocio del siglo: cuantos más atrasos más cobrarán para informar de los atrasos, con lo cual les convendrá degradar el servicio cada vez más (si es eso posible, a estas alturas, claro).

Hagamos uso de la razón: pensemos justo lo contrario de lo que quieren hacer. ¿No sería mucho más lógico si tuvieran paneles informativos y, en caso de retraso, informaran convenientemente, justificando y además subsanando económicamente al usuario perjudicado? Por cierto, si indagamos un poco en la página web de Renfe (no efectúo el link por cuestiones legales), podremos encontrarnos con ciertas incongruencias con lo previamente dicho. Cito desde las condiciones generales del viajero:
9. Derechos de los Viajeros
Los viajeros de los servicios ferroviarios de Cercanías tienen, entre otros, los siguientes derechos:
- A recibir el servicio en las adecuadas condiciones de calidad y seguridad.
- A ser informados de los procedimientos establecidos para resolver las controversias que puedan surgir en relación con el transporte ferroviario.
- A ser indemnizados de los perjuicios que se les causen, en caso de incumplimiento por RENFE-Operadora de las obligaciones que le corresponden.

24. Modificación de Horario
RENFE-Operadora anunciará de forma anticipada los cambios de frecuencias de paso de trenes en las distintas Líneas.

26. Indemnizaciones
Salvo por causa de fuerza mayor, el viajero afectado por cancelación, interrupción o retraso del viaje, tendrá derecho a recibir la indemnización correspondiente.

Creo que está bastante claro, ¿no?

martes, 11 de septiembre de 2007

Democracia

He aquí la opinión del gran dibujante Quino acerca de la democracia (se puede pinchar en la imagen para ampliarla):



No se puede ser más explícito. realmente es absolutamente cierto que, una vez acaban ciertos eventos (como por ejemplo, las elecciones), el poder del pueblo queda reducido a su mínima expresión. ¿Qué poder tenemos nosotros, como ciudadanos, además de elegir a las personas que supuestamente nos representarán, tomarán decisiones por nosotros y en nuestro nombre, y harán y desharán durante los siguiente cuatro años?. Como mucho, la participación en alguna votación adicional, de poca importancia o en la que nuestra decisión acabe siendo, al final del proceso, completamente intrascendente.

Cierto, podemos presentar instancias, manifestarnos, y si no podemos enviar nuestras quejas directamente a la cabeza visible del gobierno, es simplemente por el caos que se formaría. En gran medida, esto me parece perfectamente correcto. No obstante, nuestra participación resulta muy limitada: normalmente la burocracia es lenta, muy lenta (en contraste, por cierto, con las estrictas restricciones y plazos a los que nos vemos sometidos los ciudadanos); y eso en el caso de que al final se obtenga algún resultado.

En la mayor parte de las situaciones se nos excluye claramente de las decisiones que conllevan cierta relevancia o incluso se posterga la discusión hasta fechas insospechadas. Es perfectamente comprensible que nosotros no tenemos ideas perfectamente claras acerca de ciertos temas y que ellos están mejor documentados (léase una sonrisa irónica) pero..., ¿hasta cuándo hemos de esperar para que se discuta seriamente acerca de problemas que nos afectan tales como la vivienda, la inmigración ilegal, la vulneración de nuestros derechos, etcétera? Al final, parece que se sigue aplicando la consabida ley de "todo para el pueblo, pero sin el pueblo"

Así pues, parece que la soberanía del pueblo consiste en situaciones puntuales en las que el objetivo que se persigue no es más que intentar engañar y manipular a las masas para lograr no una mejor representación o un mayor beneficio para la mayoría, sino un claro beneficio al grupo que en teoría debería representarlos. Y no nos engañemos... en este punto nos podemos olvidar de idealismos políticos, porque todos son iguales...