lunes, 30 de junio de 2008

EEUU y la Privacidad de Datos

Leo en el New York Times que los EEUU y la UE están llegando a un acuerdo según el cual los Estados Unidos serán capaces de recopilar información privada -tal como, por ejemplo, transacciones mediante la tarjeta de crédito, historial de viajes o hábitos de uso de Internet- acerca de los ciudadanos europeos. De nuevo, como no podía ser de otro modo, la excusa que se usa para esta barbarie es que se trata de una medida diplomática anti-terrorista. Más concretamente, el documento, lanzado el 10 de junio, declara que "la lucha contra el terrorismo internacional requiere la habilidad para compartir datos personales"

Se dice en el comunicado, por ejemplo, que datos como raza, religión, opinión política, o incluso vida sexual no serán usados por el gobierno a menos que se necesiten unas ciertas condiciones de seguridad. Sin embargo, como menciona Sophia in ’t Veld, miembro del Parlamento europeo en los Países Bajos, en ningún momento se especifica las condiciones mencionadas. Dicho de otro modo: cualquier excusa será válida para que el gobierno pueda indagar en la vida privada de cualquier ciudadano. Más aún: todo esto, unos cuantos vacíos legales y la forma típica de actuar que tienen ciertas entidades son el pretexto perfecto para compartir datos personales con total libertad e impunidad.

Añado yo todavía: ¿qué derecho tiene el gobierno de recopilar esos datos acerca de nosotros? Hasta cierto punto es lógico que cualquier gobierno tenga un censo de sus ciudadanos y pueda localizarlos de ciertas maneras. De ahí que contemos con ciertas herramientas con el doble propósito de identificarnos como ciudadanos de cara al gobierno y, al mismo tiempo, que el gobierno nos pueda identificar. Mucho más lejos de todo esto va, sin embargo, recopilar datos como los anteriormente expuestos. ¿Dónde se encuentra la libertad de tenernos absolutamente etiquetados según nuestras ideologías o conductas respecto a temas como política, religión o sexo? El único objetivo que encuentro es puramente obtener control sobre los ciudadanos. Para que quede más claro: el mismo procedimiento de identificación que emplearon los nazis con los judíos,... y ya sabemos todos como terminó aquello.

Otro detalle "sin importancia" es que media docena de puntos siguen sin estar resueltos. Un punto controvertido es saber qué derechos tiene un ciudadano europeo cuando el gobierno de los EEUU viola las reglas de Privacidad de Datos o emprende acciones legales contra él (como por ejemplo, denegar la entrada en el país o situarlo en la listas negras) basadas en información obtenida que incluso podría ser incorrecta. Más aún: en Europa los ciudadanos tenemos el derecho de controlar la información, corregir datos erróneos y exigir que se corrijan y obtener una compensación por daños; pero todo este procedimiento sería completamente inviable una vez ésos datos estuvieran en poder del gobierno estadounidense.

En definitiva, un nuevo mazazo en contra de nuestra libertad y privacidad con la excusa (ahora ya ni siquiera fundamentada) del terrorismo. Nos roban los datos, nos clasifican según afiliaciones y opiniones y permiten que toda esa información campe a sus anchas sin nuestro consentimiento. No puedo evitar citar aquí a uno de sus propios compatriotas, Benjamin Franklin: "Aquel que quita la libertad con el pretexto de garantizar un poco de seguridad no merece ni libertad ni seguridad". A ver si se aplican el cuento...

domingo, 22 de junio de 2008

Estenoesmipaís Cumple un Año

Tal día como hoy, hace un año, decidí lanzarme a aguas desconocidas y participar activamente en el mundo de Internet; esto es, no sólo haciendo algún que otro comentario en ciertos foros o noticias, sino teniendo mi propia página web. Como ya dije (y así empezaba este blog), nunca había tenido nada interesante que contar, y no soy experto en ningún tema en particular que pudiera -o no- interesar a la gente, así que, en principio, empezar mi página web no tenía mucho sentido. Sin embargo, una cosa sí tenía clara: había varios aspectos de la sociedad, de la política y del mundo que nos rodea que me ponían de los nervios, con las que no estaba de acuerdo o con las que acababa pensando "el mundo está loco".

No sabía si le podría interesar a alguien (y todavía no estoy muy seguro, a juzgar por el número de visitas), y además podía ser tachado de quejica, de usar simplemente el recurso de la pataleta (lo cual no es cierto, como se puede comprobar en varias entradas acerca de mis vivencias) pero decidí que valía la pena intentarlo. Con buenas argumentaciones y opiniones lógicamente personales, esbocé una primera lista de temas sobre los que podría escribir y me puse manos a la obra. Después de un año, por lo que parece, yo sigo con el mismo espíritu crítico; mientras que las sociedades, gobiernos y ciertas entidades se empeñan en que siga teniendo mucho sobre lo que escribir.

Por supuesto, el estilo ha cambiado ligeramente durante este año: al principio tanto los párrafos como las propias entradas eran generalmente más cortos, mientras que últimamente tengo bastante que argumentar en varios aspectos. Hay veces, incluso, en las que un post me lleva a extenderme más tarde acerca de algún punto en particular. También habrán notado mis lectores que mis comentarios se están haciendo menos incisivos. Muchas veces me gustaría volver a un estilo mucho más directo y mordaz. Siempre que puedo intento poner cierto énfasis, pero tengo también otros proyectos en los que -dado que no es necesaria una argumentación razonada- puedo acometer con mucha más facilidad.

En retrospectiva, hay entradas que reescribiría de nuevo, algunas que añadiría, y otras a las que les tengo bastante aprecio. Muchas veces he pensado que habría escrito bastante más de haber comenzado el blog con anterioridad (por ejemplo, acerca de la Constitución Europea, que leí íntegramente y acabé tirando al retrete). La mayoría de las entradas no fueron novedad en el momento de escribirla, sino algo general y, cuando planteaba algún tema de actualidad, cientos de personas ya habían escrito sobradamente con anterioridad. Sin embargo, empecé con unos criterios y considero que he seguido fieles a ellos. Tras un año, mi declaración de intenciones sigue intacta.

Finalmente, pero no por ello menos importante, agradecer a todas las personas que entran a leerme (más de 5500 visitas en un año). Por mucho que diga que ésto es satisfacción personal y una manera de liberar tensiones cuando algo me saca de mis casillas, siempre me gusta saber que hay gente que está interesada en mi opinión, que piensa como yo, (o que discrepa, pero ambos podemos argumentar coherentemente nuestros puntos de vista). Claro está, uno no carece de cierta vanidad y envidia y me gustaría alguna vez alcanzar un gran número de lectores y varios comentarios por entrada, pero eso ya es otra historia. Y, al fin y al cabo, éste es mi blog independientemente del número de visitas. Veremos qué depara el futuro...

sábado, 21 de junio de 2008

HOYGANs y Talibanes Ortográficos

Como todo "buen" bloguero, mis andares comenzaron visitando algunas páginas web. La primera vez que entré en contacto con el mundillo de Internet fue mediante una oferta de media hora de conexión gratuita cuando compré mi primer ordenador (media hora que acabó resultando muy fructífera, por cierto). No fue hasta varios años más tarde que descubrí programas de mensajería instantánea, el chat, transferencia de archivos y, en general, todas las posibilidades que ofrecía internet.

Poco a poco me fui dando cuenta del peculiar lenguaje utilizado en muchos contextos relacionados con el mundo virtual: tanto en chats, como en mensajes, comentarios en distintos foros o noticias, los usuarios utilizaban habitualmente abreviaturas sacadas directamente de los mensajes SMS. Aunque hasta cierto punto era reprochable, en cierto modo abreviaba mucho la escritura con lo que resultaba aceptable. Desgraciadamente, éste comportamiento acabó degenerando en el lenguaje HOYGAN, donde ya no se tiene en cuenta ninguna regla gramatical ni ortográfica, y la escritura de las palabras homófonas se distorsiona completamente.

Particularmente encuentro perfectamente comprensible que, debido a múltiples razones (incluidas el uso de un teclado extranjero, ejem), cualquier persona pueda olvidarse una tilde, intercambiar una "g" por una "j" o cometer faltas similares, sin maldad. Sin embargo, resulta horripilante (y realmente daña a la vista) ver que en ciertos lugares se pueden leer constantemente faltas bastante más graves como "haber" en lugar de "a ver"; "hayga", en lugar de "haya"; el verbo "ha" en vez de la preposición "a"; o múltiples errores similares, que hasta un niño de primaria (espero no equivocarme) sabría corregir.

Lejos de reconocer los errores, muchos de estos individuos se escudan en la excusa de que son de otros países (lo cual no ha de ser necesariamente cierto) y que su idioma es allí diferente; lo cual es completamente falso: el español es el mismo idioma y una falta ortográfica lo sigue siendo se hable donde se hable. Peor aún, algunos elementos se muestran orgullosos de su escritura y terminan provocando al resto de usuarios, escribiendo garrafalmente mal a propósito y riéndose de los demás, demostrando así únicamente su alto nivel de incultura.

En el otro bando están, por supuesto, los talibanes ortográficos, que se dedican a buscarle las tres patas al gato y escribir en Internet con el único propósito de corregir las faltas ortográficas de todo aquel que escribe, sin importar si ha sido un simple error. También existe la leyenda urbana del Comité Contra las Faltas Voluntarias y el Lenguaje SMS, cuya existencia no está demostrada y tiene como logotipo la imagen mostrada a la izquierda. No faltan otros grupos con mensajes similares, que firman con imágenes como la de la derecha (como siempre, click para ampliar):


Y, enmedio de todo este enredado, nos encontramos los usuarios normales: aquellos que tenemos cierta cultura y normalmente intentamos escribir correctamente (aunque nos equivoquemos, que por algo somos humanos) y nos vemos envueltos en la guerra existente entre los hoygans y los talibanes. Afortunadamente, para nosotros, existen ciertos filtros anti-hoygan que cada vez se van haciendo más comunes. Mientras se generalizan, sin embargo, seguiremos sufriendo esos barbarismos lingüísticos.

viernes, 13 de junio de 2008

Tú Vota, que yo Ratifico

Ayer finalmente se votó en Irlanda el referéndum del tratado de Lisboa. Durante toda la noche y hasta hoy se ha procedido al recuento de votos, dando como resultado que el 53.4% de los votantes rechazan el tratado. Personalmente esto me ha dado una gran alegría, ya que, como se puede comprobar en esta entrada, desde el principio estaba en contra, decisión que se ha ido afianzando según asistía a eventos, reuniones y discursos. Sin embargo, las voces desde la comisión Europea no se han hecho esperar: ya no les basta con marear la perdiz y darle vueltas al asunto hasta que el resultado sea el que ellos esperan (como pasó, por ejemplo, con el tratado de Niza), sino que directamente, se saltan la opinión de los ciudadanos como les apetece.

Según se puede leer aquí o aquí, la Comisión Europea cree que el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa debe continuar a pesar del anunciado rechazo del referéndum irlandés, según afirmó hoy el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso. que además añadió que "El Tratado no está muerto, sigue vivo". En cuanto a los demás países miembros, la mayoría prefiere ser prudente y esperar a la reunión de Bruselas, aunque se muestran partidarios de continuar con el proceso de ratificación. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha asegurado hoy que la UE "no se va a detener", a pesar del triunfo del "no".

Definitivamente, espero que esto no siga adelante. De lo contrario, podemos olvidarnos de los tiempos en los que se hablaba de "democracia", empezando por el hecho ya mencionado de que los políticos europeos han intentado saltarse la opinión de los ciudadanos, pero en Irlanda por ley tenían que hacer un referéndum, y no han podido conseguirlo. Pese a todo, y casi sin finalizar el escrutinio, la Comisión Europea ya está diciendo que le da igual, que lo van a aprobar sí o sí, y que la opinión de la ciudadanía no les importa lo más mínimo. Nos engañan aprobando leyes de gran importancia para el futuro de Europa sin consultarnos; y es que una cosa es la Democracia Representativa y otra que nos pasen por encima.

En realidad parece que nada ha cambiado desde el despotismo ilustrado: una dictadura vestida de gala y con una sonrisa para engañar al ciudadano. Un "todo para el pueblo pero sin el pueblo" revestido de una falsa democracia que solo existe en un trozo de papel. Dinerocracia le llamo yo a esto: unos cuantos se reúnen para escoger las leyes que les convienen sin importarles lo que tengan que decir los que no tienen ni dinero ni poder. ¿Por qué no hacen una Constitución sencilla y clara, que todo el mundo pueda leer y entender, basada en las necesidades reales de la población, y la someten a referéndum el mismo día en todos los paises? La respuesta es sencilla y evidente: no les conviene.

Espero que la comisión europea reflexione sobre este hecho y se dé cuenta de, lejos de los despachos, las mesas de caoba y las sillas de terciopelo, el tratado de Lisboa no agrada a la Europa de verdad y que los ciudadanos de a pie, esos mileuristas que no pueden comprarse un piso, que pueden terminar trabajando 13 horas diarias, y que tienen una familia a la que mantener, quieren una Europa que de verdad piense en ellos.

lunes, 9 de junio de 2008

El Tamaño Importa

Es habitual que cuando compramos un producto (normalmente alimenticio), el envoltorio, caja o donde quiera que esté empaquetado, muestre una ¿foto? del producto en todo su esplendor. Así ocurre por ejemplo con las conocidas "sugerencias de presentación", que muchas veces nada tienen que ver con el producto final. Otro ardid, igualmente usado, es utilizar un tamaño desmedidamente irreal. Es esperable que una muestra del producto aparezca notablemente magnificada en una pantalla de televisión común (y no hablo ya de esas pantallas panorámicas extra-grandes), pero uno espera encontrar una escala más o menos realista en los envoltorios del producto. Nada más lejos de la realidad: cuando abres la bolsa te das cuenta que te han vuelto a encasquetar la versión mini.

Así, haciendo uso de la memoria, puedo recordar sin esfuerzo los cereales para el desayuno, ya sean en forma de arroz inflado (con o sin chocolate) que, lo siento mucho por el fabricante, por mucho que se infle nunca alcanzará el tamaño que se publicita. Igual sucede con los muesli, tan de moda últimamente; con los precocinados o con los lateríos. Y si dejamos de lado el terreno alimenticio, lo mismo sucede con otros consumibles, como por ejemplo los automóviles familiares: ¿quién quiere comprarse un mini-piso si, por lo que dicen, en un monovolumen podemos meter a toda la familia, (suegra incluida), todos los armatostes que imaginemos y aún nos sobra sitio para una mesa de billar?

Expuesto ya el tema, quiero destacar, sin embargo, una propaganda que se me antoja curiosa. Se trata de uno de los productos estrella de una conocida cadena de comida basura especializada en hamburguesas: las mini-burgers (perdón por la imagen en inglés, pero es lo que tiene el vivir en Irlanda...). Como siempre, clic para ampliar.


Pues sí señores, no sé si se tratará de un lapsus de los publicistas o un olvido del programa de retoque fotográfico de turno, pero por una vez, los dueños de la cadena de comida basura han decidido tirar la casa por la ventana y mostrar un objeto (en este caso, un niño) que nos puede servir de referencia para apreciar las dimensiones reales de sus hamburguesas. Así a ojo, yo diría que cada hamburguesa mide del orden de 5cm de diámetro (incluso menos), ¿alguien lo puede corroborar? En definitiva, un tamaño pequeño, microscópico, enano, canijo... algo que ya deberíamos saber de antemano y que, por primera vez, aunque sea como parte de una campaña de marketing, parece que tienen el valor de mostrar.

PS: Sí, ya sé que se trata de las mini-burgers y que, como su propio nombre indica, es la versión pequeña. Aún así, las hamburguesas normales tampoco sobrepasan ese tamaño con holgura, precisamente.

miércoles, 4 de junio de 2008

Aeropuertos: Requisando Líquidos

Ya he mencionado anteriormente en este blog las dificultades y las molestias que sufrimos los viajeros cuando necesitamos tomar un vuelo, todo por unas medidas de seguridad que, en realidad, no son más que un placebo. Ahora, para completar la jugada, me entero, gracias a los textos que se pueden leer aquí o aquí, de que estás medidas son, además, completamente abusivas: Aprovechando que el reglamento aeroportuario es secreto y sólo un anexo está disponible, muchos aeropuertos aplican unas normativas que resultan mucho más estrictas y restrictivas.

Lo primero que nos podemos plantear es el oscuro secretismo que envuelve esta normativa. Esto tiene un efecto claramente negativo para los afectados ya que se encuentran completamente indefensos a la hora de poder reclamar: Todo aeropuerto puede establecer las medidas que crea oportunas, por muy abusivas que fueran, esgrimiendo el argumento de que están incluidas en el reglamento. Evidentemente, al no poder acceder a las normas, el afectado no sabrá a qué acogerse y tendrá que acatar, sin remedio, las arbitrarias condiciones del aeropuerto. Esta perversa consecuencia es la que ha llevado a un tribunal austriaco a elevar al Tribunal de Justicia de Bruselas la queja de D. Raya, que probablemente acabe con la declaración de la normativa como "inexistente" por ser secreta.

Aún hay más: según se puede leer en el anexo de la normativa (lo único disponible del texto), en una versión proporcionada por El Periódico, hay una cantidad impresionante de abusos que se cometen aprovechando el desconocimiento del usuario medio: además de líquidos, se prohíbe llevar ciertos líquidos de sustancia pastosa, pero lejos de hacer una lista exhaustiva o una descripción precisa e inequívoca, se limita a poner unos cuantos ejemplos. Más allá de eso, el resto siempre puede ser interpretado ad-hoc. Queda, sin embargo, muy claro que están permitidos los líquidos que sean utilizados por necesidades médicas, las dietas especiales y la comida infantil. ¿Cuántos miles de biberones, líquidos de medicina natural, cremas solares especiales, refrescos con efectos médicos y un largo etcétera se habrán tirado a la basura porque los afectados no podían conocer que tenían derecho a llevarlos a bordo?

Seguimos: Se puede leer que abrigos y chaquetas deberán ser inspeccionados como si se trataran de una pieza más del equipaje de mano (lo que se siempre hace cuando se dejan en la cinta para que sean analizados) Sin embargo, nada dice por lo que respecta a zapatos, relojes, cinturones u otro objetos que normalmente también suelen pedir que nos quitemos. Recordemos el triste caso de la mujer a la que le terminaron arrancando con tenazas los piercings que tenía en los pezones (véase la noticia, por ejemplo, aquí) con argumentaciones que, tras lo dicho, carecen de todo fundamento.

Por lo que parece, a partir de todo esto, la Comisión Europea se ha comprometido a publicar la normativa acerca de los líquidos. Está claro, por supuesto, ésto no significa ni mucho menos que se haga pública toda la normativa y, aún así, una cosa es comprometerse y otra cosa es saber cuándo lo hará o si ésta no incluirá ciertas modificaciones. En definitiva, si la Unión Europea hubiera hecho público desde el primero momento el contenido del reglamento secreto que regula el control de líquidos en los aeropuertos, habría ahorrado muchos sinsabores a pasajeros enfermos, padres atribulados y personas sometidas a dietas debidas por enfermedad infrecuentes. Desde aquí apoyo la iniciativa de la web www.nosinzapatos.com que recoge relatos de pasajeros indignados y propone acciones al respecto.