viernes, 4 de diciembre de 2009

Protesta en el Congreso

Leo en varios medios de comunicación una nota de prensa proveniente de Europa Press que me hace pensar. Uno de los actos organizados por la Cámara Baja con motivo del XXXI aniversario de la Carta Magna, consistente en la lectura ininterrumpida de la Constitución, fue iniciado con el consejo -que luego se desvelaría de doble filo- de José Bono, presidente del Congreso, a los estudiantes encargados de la lectura acerca de la valoración de la libertad. Aquí está lo que sucedió:



A Javier Borderías Villalón le correspondía leer el artículo 28 de la Constitución, que habla de los derechos de sindicación y de convocatoria de huelga, pero no quiso bajarse de la tribuna del hemiciclo sin afirmar que siente "pena y vergüenza" por el hecho de que los sindicatos no ejerzan este derecho de huelga "en los tiempos que corren" y que "se dediquen exclusivamente a bailar el agua al presidente del Gobierno", José Luis Rodríguez Zapatero.

Está claro que la ocasión no era la más propicia para iniciar un debate pero lo que quedó demostradamente claro es que la tan manida "libertad" quedó a la altura del betún en cuanto la vicepresidenta del consejo cortó por lo sano la opinión y le retiró la palabra por salirse del guión estipulado. Minutos después, otro alumno quiso también hacer su propia aportación a la lectura de la Constitución y, antes de leer el artículo que le correspondía, quiso dedicar unas palabras a todos aquellos españoles que, como su abuelo, "tuvieron que abandonar España por circunstancias políticas o económicas". Como no podía ser menos, Cunillera también tuvo que llamarle la atención.

En definitiva, lo que está sucediendo es que la libertad de expresión es un hecho que, poco a poco está desapareciendo y sólo queda como unas simples líneas. ¿Cuál es el objetivo de leer la Constitución sino el de recordar cuales son nuestros derechos, libertades y, por supuesto, también obligaciones como ciudadanos? ¿Qué mejor momento que éste para debatir si, realmente, todo lo que se está diciendo funciona de verdad o es mera tinta desperdiciada? Sin embargo, parece haber varios intereses creados a los que no les interesan unas cuantas verdades.

Éste es, en mi opinión, el verdadero problema que deberíamos plantearnos: ¿De qué sirve tanta libertad y tanta democracia, por mucho que se repita de boquilla, si a la hora de la verdad el gobierno nos manda callar la boca y hace y deshace sin nuestra aprobación (más bien con toda la población en contra) diciendo que existe un diálogo cuando los representantes aparecen simplemente para hacerse la foto de turno? Hay quien podría decir que no era el mejor momento para que el chico dijera unas cuantas verdades... yo digo que no había mejor momento posible. Y si a los ministros no les gusta... por algo será.

jueves, 3 de diciembre de 2009

En Defensa de los Derechos Fundamentales en Internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

  1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
  2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
  3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
  4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
  5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
  6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
  7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
  8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red, en España ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
  9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
  10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Se ha publicado en multitud de sitios web. Si estás de acuerdo y quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.