martes, 11 de septiembre de 2007

Democracia

He aquí la opinión del gran dibujante Quino acerca de la democracia (se puede pinchar en la imagen para ampliarla):



No se puede ser más explícito. realmente es absolutamente cierto que, una vez acaban ciertos eventos (como por ejemplo, las elecciones), el poder del pueblo queda reducido a su mínima expresión. ¿Qué poder tenemos nosotros, como ciudadanos, además de elegir a las personas que supuestamente nos representarán, tomarán decisiones por nosotros y en nuestro nombre, y harán y desharán durante los siguiente cuatro años?. Como mucho, la participación en alguna votación adicional, de poca importancia o en la que nuestra decisión acabe siendo, al final del proceso, completamente intrascendente.

Cierto, podemos presentar instancias, manifestarnos, y si no podemos enviar nuestras quejas directamente a la cabeza visible del gobierno, es simplemente por el caos que se formaría. En gran medida, esto me parece perfectamente correcto. No obstante, nuestra participación resulta muy limitada: normalmente la burocracia es lenta, muy lenta (en contraste, por cierto, con las estrictas restricciones y plazos a los que nos vemos sometidos los ciudadanos); y eso en el caso de que al final se obtenga algún resultado.

En la mayor parte de las situaciones se nos excluye claramente de las decisiones que conllevan cierta relevancia o incluso se posterga la discusión hasta fechas insospechadas. Es perfectamente comprensible que nosotros no tenemos ideas perfectamente claras acerca de ciertos temas y que ellos están mejor documentados (léase una sonrisa irónica) pero..., ¿hasta cuándo hemos de esperar para que se discuta seriamente acerca de problemas que nos afectan tales como la vivienda, la inmigración ilegal, la vulneración de nuestros derechos, etcétera? Al final, parece que se sigue aplicando la consabida ley de "todo para el pueblo, pero sin el pueblo"

Así pues, parece que la soberanía del pueblo consiste en situaciones puntuales en las que el objetivo que se persigue no es más que intentar engañar y manipular a las masas para lograr no una mejor representación o un mayor beneficio para la mayoría, sino un claro beneficio al grupo que en teoría debería representarlos. Y no nos engañemos... en este punto nos podemos olvidar de idealismos políticos, porque todos son iguales...

3 comentarios:

Telcarion dijo...

¿Democracia? Yo diría que esto es dinerocracia. Pero lo peor es que hay un montón de ciudadanos que son afines a un determinado partido político como quien es hincha de un equipo de fútbol. Y por culpa de esa gente, que sigue haciendo el juego a los políticos, éstos se sienten con respaldo para sus decisiones. Por no hablar de que las medidas que se toman no son para mejorar el país, o la calidad de vida de la población, sino para cazar votos. O para cazar dinero. Al fin y al cabo, los votos también se acaban traduciendo en dinero.

Anónimo dijo...

Pues yo sí creo en el poder del pueblo... pero amotinado, claro, y no con mariconadas dialécticas como diría Pérez-Reverte.

En esta sociedad, al que es maleducado se le respeta, al que es ladrón de élite se le apremia, al que es terrorista se le libera... claro, si aprendiéramos de todos ellos, tal vez sí que seríamos partícipes de las decisiones del Estado. Pero somos unos miserables la inmensa mayoria... afortunadamente.

Asgard dijo...

Dinerocracia... me gusta esa palabra y parece que define muy bien el estado en el que vivimos. ¿Tiene copyright esa palabra o es creative commons? :P