miércoles, 24 de octubre de 2007

Eructos, Flatulencias y Tabaco

Antes de empezar este post propiamente dicho, aclarar que ante todo quiero disculparme ante todos los posibles lectores que sean fumadores educados, que respeten a los demás y apaguen el cigarro en cuanto exista la más remota posibilidad de molestar a los que se encuentran a su alrededor. Dicho esto, atacaré al resto de fumadores en el contexto de una extraña educación cívica. Veamos ante todo qué quiero decir con esto: hay actos o fenómenos que no causan molestia o, si lo hace, ésta es mínima y en nuestra cultura están vistos como de mala educación; mientras que otras maneras que no sólo molestan sino que está comprobado que son dañinas se ven como algo natural.

Tomemos es caso de una flatulencia. Todo el mundo sabe lo que es, todos las hemos "sufrido en silencio" y sabemos que las buenas maneras consisten en disimularlas o evitarlas lo mejor posible en público. Sin embargo, veamos cuán peligrosa es una flatulencia: los principales constituyentes son gases inodoros: nitrógeno, oxígeno, metano (producido por microbios anaerobios), dióxido de carbono (producido por mocrobios aerobios), e hidrógeno. El olor proviene de trazas de otros constituyentes (a menudo derivados del azufre). El principal constituyente es el nitrógeno y no el metano, como comúnmente se cree. Por lo que se ve, productos muy dañinos... ¿verdad?

El eructo, similarmente, es la liberación de gas del tracto digestivo (principalmente del esófago y estómago), a través de la boca. El aparato digestivo produce gases con la desintegración del alimento, y el eructo se produce cuando una burbuja de aire queda en el estómago, y ha de ser liberada. De nuevo, vemos que los gases que se liberan en ésta acción parecen ser terriblemente dañinos...

Vayamos ahora con el tabaco. En un cigarrillo podemos encontrar nicotina (sumamente tóxica, 50 miligramos vía intravenosa pueden causar la muerte), alcaloides (tales como nornicotina, oxinicotina, nicotirina o ácido nicotínico), monóxido de carbono (en una cantidad similar a la emitida por un tubo de escape; esto es, del orden de decenas de miles partículas por millón), irritantes e incluso sustancias como alquitrán o derivados. Además, el humo del tabaco constituye el más importante contaminante exógeno ambiental y produce unas 4700 sustancias de las cuales sabemos que por lo menos 60 son decididamente cancerígenas.

¡Vaya, qué sorpresa, por lo que parece el humo del tabaco no es nada en comparación con un eructo o una flatulencia! (nótese el tono evidentemente irónico de este comentario). Entonces, cabe preguntarse... ¿por qué molesta tanto que alguien expela gases en público y sea considerado algo de muy mala educación mientras que está públicamente aceptado y consentido el acto de fumar? ¿No es, en los tiempos que corren, un sinsentido? ¿No deberíamos reconsiderar este hecho? Para finalizar, aunque no se debe hacer ninguna de estas dos cosas, y a título personal, considero menos nocivo estornudar a alguien en la cara (cuando no se está resfriado, obviamente), que tirarle el humo a los ojos (cosa que sí he visto hacer, y mucho)

2 comentarios:

Valadrem dijo...

Buena pregunta, Asgard.

Me ha gustado que te hayas molestado en buscar los componentes dañinos del tabaco, habiendo como hay gente que se limita a decir "el tabaco es malo, porque sí". Así al menos se puede uno hacer una idea de lo que se mete en cada calada.

Asgard dijo...

Hombre, por supuesto :) Este blog trata de quejarse de algunas cosas, pero siempre hay que argumentar y dar razones. De otro modo sería un absurdo pataleo infantil, ¿no?