jueves, 12 de julio de 2007

Las Siete Maravillas del Mundo

El pasado 07/07/07 (la fecha, que ya se las trae, parece más digna de un libro de Dan Brown que de un acto realmente formal) se dieron a conocer las nuevas siete maravillas del mundo. Antiguamente, éstas eran La Gran Pirámide de Giza, Los Jardines colgantes de Babilonia, el Templo de Artemisa en Éfeso, La Estatua de Zeus en Olimpia, El Sepulcro de Mausolo (Mausoleo) en Halicarnaso, El Coloso de Rodas y El Faro de Alejandría. Parece ser que, como de todas ellas, sólo queda en pie la pirámide de Giza, a alguien (al suizo Bernard Weber, para ser más exactos) se le ocurrió hacer una nueva lista.

El procedimiento es sencillo: Este personaje creó la organización New Open World Foundation, organizadora del evento. A partir de aquí, cualquier persona podía votar siete candidatos de una lista preparada por la institución. Después de una primera tanda de votaciones se eligieron los 21 candidatos (múltiplo de siete, por supuesto), de entre los cuales, mediante una segunda tanda de votaciones se eligieron los siete finalistas. Las votaciones se podían hacer por correo electrónico o por SMS y cada persona podía votar tantas veces como quisiera.

Digámoslo desde el principio: esto no pasa de ser una soberana estupidez. No importa la cantidad de gente que haya movilizado; desde el principio el proyecto no fue más que el capricho personal de un millonario, sin aval alguno por parte de expertos en la materia ni la UNESCO (que tildó la idea de "fundada en los medios y sin argumentaciones coherentes"). Tal como ha sido presentado, este proyecto carece de rigor científico. Hay que definir criterios lógicos, evaluar la calidad de las candidaturas, definir el contexto histórico y, en definitiva presentar todo tipo de argumentos lo más objetivos y razonadamente posibles para poder discriminar entre las obras que merecerían ocupar este puesto. Existen expertos (catedráticos en historia del arte, academias nacionales de bellas artes, museos de arte) que serían las personas y/o entidades idóneas para evaluar estos criterior. Pero no. Se ha dejado que la masa (sin conocimientos artísticos y profundamente influenciada por multitud de motivos) decidan a golpe de SMS cuáles son las nuevas maravillas del mundo.

Más aún. ¿Por qué elegir siete monumentos? Las razones que da el propio Weber son ambiguas y más propias de corrientes cabalísticas y metafilosóficas (por decir algo fino) que críticas. Digamos simplemente que es un intento de seguir la tradición: Clásicamente han sido siete y la idea de mantener ese número no carece de cierta belleza. Sin embargo, debemos plantearnos la funcionalidad de esta cantidad hoy en día. El número de creaciones realmente emblemáticas y dignas de admiración ha crecido a lo largo de la historia, no solo debido al paso del tiempo sino también debido al inmenso desarrollo que han sufrido la arquitectura, la escultura, la pintura y, en general, todas las ramas del arte. Con toda la creación del ser humano a lo largo de la historia, limitar el número de obras a siete es algo absolutamente ridículo.

Respecto a la metodología para utilizada para la elección, dos hechos saltan inmediatamente a la vista: dado cómo está repartida la tecnología (punto de acceso para la votación) es evidente imaginar que grandes sectores de la población mundial quedan automáticamente excluídos del voto. Pero claro, parece pensar el organizador, "si carecen de medios, su opinión tampoco debe resultar demasiado importante, así que realmente no importa, ¿no?" Por otro lado, conociendo quienes son los grandes usuarios de esos medios, no puedo evitar imaginarme un grupo de chavales en la edad del pavo (o menores aún) compitiendo a ver quién nomina más veces la burrada más grande. (Según F. Calvo, catedrático de Historia del Arte, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y antiguo director del Museo del Prado, "Por este método podría salir elegido el estadio Santiago Bernabéu. De hecho, había varios Santiago Bernabéu entre los 21 finalistas").

Pongamos a la práctica esta idea en campos similares: Supongamos que tenemos libros de varios autores incomparables entre sí como pueden ser Cervantes, Neruda, Allende, Santaella o alguien que vende mucho gracias a un boom mediático; ¿hacemos que la gente opine ellos o dejaríamos eso en manos de filólogos y expertos en literatura? En un concurso culinario de alto prestigio, ¿dejamos que entren los glotones para dar su opinión o son los grandes chefs los que evalúan la comida? En ciencia tenemos varias teorías, ¿elegimos mediante votación popular cuál es la más bella y/o correcta o dejamos que los expertos razonen sobre ello mediante el denominado método científico?

7 comentarios:

Telcarion dijo...

De hecho ya se sabía que cada tío que votara lo iba a hacer a la maravilla de su país, con lo cual es un concurso a ver qué país tiene más población a la que le interesen este tipo de chorradas. Así que la Muralla China, el Taj Majal (que me gusta bastante by the way) y el Cristo Redentor de Brasil estaba cantado que saldrían elegidos, dada la gran población de sus países de origen.

Así que por supuesto esto no es más que un concurso mediático chorra al que no hay que conceder la más mínima importancia. La votación popular es un método que no garantiza que salga elegido lo mejor de lo que se elija, salvo que se entienda mejor por más popular. Y más en este tipo de cosas donde el 90 % de votantes (por decir un porcentaje) van a votar a la maravilla de su país.

Anónimo dijo...

Bien... Partiendo de la premisa de que no es más que una lista, y como tal una forma de poner orden, no creo necesario hacer más comentario a este post.

Está claro que algo que resulte una maravilla no es objetivo y que en la Antigüedad esto tenía sentido, pero ahora todo es demasiado; por mi parte dejaría que fuesen los que vengan después de nosotros los que elijan que maravillas había en esta época, si es que ha alguna obra merecedora de tal nombre.

Saludos.

Anónimo dijo...

elegir maravillas del mundo es una chorrada. y la forma en que se ha hecho, por lo que dices, asgard, es aún mas chorra. pero todo va en gustos. para mi, la maravilla nº1 del mundo es una mujer que conocí hace mil años. la segunda la chacona de bach. y la tercera, la suerte de poder haber conocido ambas.

Anónimo dijo...

Nice blog.

La verdad es que de momento comulgo con prácticamente todo lo que has escrito, y eso siempre alegra.

Porque como bien definía Jose Luis Coll, "Inteligencia: cualidad intelectual que otorgamos a aquellos que están de acuerdo con nosotros".

Seguiremos al tanto!

Un saludo.

Anónimo dijo...

Creo que hay unanimidad al respecto. Y yo no voy a ser la nota discordante :)
Como sabéis, una de las 21 candidatas a esas maravillas modernas era la Alhambra, la única española (con el imperio que llegamos a ser!!!). En abril de este año estuve paseando por allí, y había bastante que admirar pero también mucho que restaurar. Y ya puesta, hay más patrimonio en Granada que le hace falta un poco más de atención por parte de las autoridades, hay mucha faena pendiente.
Por otra parte, yo no tengo maravillas particulares como Butch :P que, lo tengo que confesar, me fastidia que hable tanto en clave.

Saludos!!

Asgard dijo...

No estoy muy seguro pero creo que en la foto "oficial" para la "votación" la Alhambra aparecía en obras. Y una cosa muy diferente es hacer esa lista a poner dinero (como a veces hace la UNESCO) para promover la restauración de los monumentos históricos.
Desde luego, si la Alhambra hubiera salido, eso no hubiera derivado más que en un deterioro acelerado por la afluencia de los llamados "malos turistas"

Anónimo dijo...

hola me llamo Micaela, mepa q el señor q qizo elegir unas nuevas marravillas ta en todo su derecho, pero lo dl voto solo tiene q ser gente especializada, igual yo vote pero a conciencia y la idea q participen todos tendria q solucionarse, todos tenemos ese derecho, y creo q la gente carenciada nisiquiera sabe aun hoi q se eligieron nuevas... bueno nada chau!! mui bueno el sitio!