lunes, 11 de enero de 2010

Notas Universitarias

Vivir una temporada en el extranjero abre la perspectiva y hace que miremos las cosas de otro modo... y también que nos demos cuenta de que no todo es lo que parece. En particular, en esta entrada quiero exponer el caso de las convalidaciones de las notas. Todo el mundo sabe que, una vez llegado a cierto nivel académico, dejamos de lado las connotaciones indescifrables que no aportan realmente demasiado y llegamos a una verdadera evaluación con el típico sistema de puntuación de cero a diez. Así, nos encontramos que necesitamos un 5 para aprobar, un 7 (en ocasiones un 7.5) para obtener un Notable, al menos un 9 para llegar al Sobresaliente y, en ciertos ámbitos universitarios y tras ciertas restricciones, la nota más alta (muy posiblemente no inferior al 10) para conseguir la famosa Matrícula de Honor.

Ahora bien, cuando uno consulta el expediente académico, la escala cambia completamente y se transforma según la figura de la izquierda: cero para el suspenso, uno para el aprobado, dos para el notable, tres para el sobresaliente y cuatro para la esquiva matrícula. En principio, una vez se pierden las notas realmente obtenidas en los exámenes, parece un buen método. El problema viene cuando este baremo se utiliza no sólo para ponderar y hallar medias sino también para exportar expedientes y convalidar notas entre distintas universidades de diferentes países.

Como se observa en el gráfico, el cambio de escala tiene una forma claramente logarítmica. Esto implica que, para notas altas, una gran diferencia en términos académicos puede ser debida a mínimas diferencias de notas típicas. sucediendo justo lo contrario para notas bajas. La diferencia entre un Sobresaliente y una Matrícula es demasiado fina y a veces depende de muchos factores, no sólo de la nota numérica, pero sin embargo, por arte de magia, esta nimiedad se ve transformada en un 25% de diferencia. Y el problema, claro está, es que todo esto se olvida inmediatamente una vez realizada la conversión.

Esto tiene un efecto absolutamente devastador cuando se olvida el origen de la escala y procesos como promediados tienen lugar. Un ejemplo ilustrativo: alguien que ha ido obteniendo puntuaciones de 9.5 durante toda su carrera (es decir, 95% de la puntuación clásica) verá como todos sus sobresalientes se convierten en un 75% de la nota académica. Del mismo modo, alguien con un notable de media (75%) ve su puntuación convertida en un simple 50% académico. Así, por el morro. Se puede dar el hipotético caso de que algún afortunado estudiante haya raspado alguna décima extra en cada examen que le permitiera alcanzar la Matrícula; décima que, al sufrir esta transformación, se transforma en una diferencia de un 25% con respecto a la nota académica de su ficticio compañero, con esa décima inicial de menos.

Se puede argumentar que, dado que un aprobado ahora pasa a ser simbolizado por el 25% de la puntuación, éste hecho no tiene demasiada importancia. Y no lo tendría si se recordara permanentemente que el cambio de escala no es lineal, sino logarítmico. Así, las multiplicaciones se deberían convertir en sumas, y las divisiones en restas. Esto, sin embargo, no es tenido en cuenta por el organismo que, ajeno a las matemáticas involucradas, sigue realizando promediados y el resto de operaciones como si tal cosa. Y es entonces cuando se desvirtúa totalmente el resultado. Como ya he mencionado, las consecuencias pueden ser tremendas si, además, se tiene que realizar una segunda conversión al sistema académico de universidades extranjeras: aún con severas reglas para proceder, no es complicado encontrar casos en los que una nota más que aceptable se ha convertido en mediocre.

3 comentarios:

Durianes dijo...

Excelente articulo. He pasado por el sistema español, estadounidense y británico y he notado bien claramente que las comparaciones, simplemente son como dices devastadoras. Ahora bien, normalmente esto lo saben las universidades extranjeras y suelen tenerlo en cuenta. No obstante yo abogo y apoyo una reforma de las equivalencia de notas españolas a otros sistemas. Es más, si quieres escríbeme a esmectita (at) Hotmail.com y te cuento más cosas.

Un saludo
Javier

Anónimo dijo...

Hola javier. he entrado en este blog por casualidad, intentando buscar una salida al problema de la conversión de notas. tengo el problema al revés. necesito transferir notas de una universidad británica al sistema español, pero sin pasar por la homologación. solo necesito sacar la media de los tres años de carrera, pero si se consideran los baremos del sistema español, unas notas normales pasan a ser aprobados por los pelos o directamente suspensos. conoces alguna tabla de equivalencias? he preguntado en todas las delegaciones y subdelegaciones del mec, del gobierno autónomo, etc. y no llego a ninguna parte, porque nadie sabe nada. podrías ayudarme? te lo agradecería mucho, ya que de ello depende que me concedan una beca de postgrado. mil gracias. georgina

Anónimo dijo...

Desde el punto de vista de que un 4,99 es un suspenso y un 5,00 es un aprobado poco se puede decir entre la pequeña diferencia que puede haber entre un sobresaliente y una matrícula de honor, ambos son aprobados....