jueves, 20 de diciembre de 2007

A Vueltas con el Canon

Se veía venir. Es casi la noticia del día, como se puede leer por ejemplo aquí, aquí o aquí. No importa lo que pensemos la vasta mayoría de ciudadanos, no sucede nada si, de pronto, la Constitución desaparece y, sin demostrarlo, nos culpabilizan a todos de un delito común. El gobierno parece estar de acuerdo en padecer un oportuno ataque amnésico y olvidar el artículo 24 de la Constitución Española (negritas mías):
2. Asímismo todos tienen derecho [...] a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia [...]
Sí, mis queridos lectores: volvemos al canon. No sólo eso, sino que ahora habremos de pagar todavía un poquito más. Claro, hay que entenderlo: con las nuevas tecnologías, tenemos una capacidad de almacenamiento masiva (¿Por qué será, sin embargo que me imagino a mí mismo en unos pocos años riendome de unos míseros cientos de Gigas que, creía, eran una barbaridad?) y las capacidades de compresión propician que lo usemos aún mejor (claro, es evidente, que con la compresión no se pierde información ni calidad, nótese el tono irónico)

Así pues, móviles y MP3 subirán de precio gracias a este invento revolucionario. Las cantidades son pequeñas, dice Jesús Caldera en un comunicado. Claro, pequeño es el precio de 12 euros por un disco duro, 3,15 euros por un MP3 o los casi 8 euros de una impresora de inyección de tinta (eso si no nos vamos a las copiadoras profesionales, en las que se pagará la irrisoria cantidad de hasta 227 euros). Las nuevas tarifas pueden verse, por ejemplo, aquí. Eso es lo que hay que pagar... ¿por qué? Yo, personalmente, aún no lo tengo claro, aparte del afán recaudatorio de cierta empresa sin ánimo de lucro que todos conocemos. Parece ser que van a imponer unas tasas a cualquier objeto que sea capaz de almacenar, reproducir, copiar, o distribuir información. Miedo me da pensar que a veces escribo en el dorso de mi mano para recordar algo... ¿le impondran también un canon a mi mano?

Sí, señores. Pagaremos, pagaremos y volveremos a pagar, y para postre seremos tratados como delincuentes. Y mientras tanto, ciertos españolitos que no componen una canción desde la década de los 70 estarán cobrando derechos de autor cuando yo escuche una canción de, por ejemplo, Metallica, como si tuviera algo que ver la velocidad con el tocino. Y si el canon es una "compensación por piratería", a mí realmente no me salen las cuentas. Como dicen varios eslóganes, "Ya que me haces pagar, déjame copiar", y "una ley que hace culpables a más del 50% de los españoles no puede ser buena".

Aprovecho para apoyar desde aquí a la web www.todoscontralecanon.com en la que se explica de forma clara y objetiva todo lo relacionado con el tema, y animo a lectores y lectoras a apoyar la causa... aunque, por lo que parece, en esta "democracia" tienen más peso 100 firmas de unos cuantos interesados que más de un millón y medio de firmas de gente de a pie.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo. ¿Sabes si en otros países ocurre lo mismo que aquí? En lugar de perseguir la piratería en todas sus manifestaciones, si realmente es un delito tal y como aseguran, nos obligan a pagar. Si el negocio que antes funcionaba ahora no lo hace, que se busquen otro curro. Como hacemos el resto de los mortales.

Por cierto, en punt dos anoche vi dibujos del bueno de Cuttlas.

Felices fiestas!

Asgard dijo...

En los EEUU existe una sociedad similar: la RIAA. Dentro de la Unión Europea la situación cambia de país a país. No estoy muy seguro de ello y posiblemente alguien me pueda corregir, pero existen países en los que no se paga canon, pero sin embargo la copia privada no es legal, mientras que en otros la situación no es mucho mejor que en España. En Irlanda, por ejemplo, el uso del P2P y las copias son, por lo que he podido descubrir, ilegales.

Gracias por el apunte de Cuttlas, le eché un vistazo pero prefiero el humor original de Calpurnio ;)