martes, 11 de marzo de 2008

Más Sobre el Sistema D'Hondt

Lo había dejado caer hace un par de entradas: Unas elecciones basadas en el sistema d'Hondt no tienen absolutamente nada de equitativo y, rompiendo aquella frase de que "todos somos iguales ante la ley", provoca que el voto de usted valga más que el mío (o al revés). Lo dicen los propios expertos: se trata de un método de reparto de escaños que favorece la creación de mayorías para gobernar. Hablando en plata, favorece el bipartidismo y pone trabas a los partidos minoritarios para que puedan acceder a los escaños.

Las elecciones del pasado día 9 son un claro ejemplo que nos muestra perfectamente cómo funciona este sistema. En la siguiente tabla se muestran diferentes partidos, los votos que han obtenido en estas elecciones, el porcentaje y los escaños que han obtenido con el sistema d'Hondt y los que habrían obtenido si el reparto hubiera sido realmente equitativo; es decir, basado en el porcentaje de votos obtenidos. Por cuestiones técnicas, la tabla sólo muestra aquellos partidos que, siguiendo alguno de estos métodos, hubiera obtenido por lo menos un escaño (clic para ampliar):



Hay varias cosas que saltan a la vista. La primera es que hay partidos que, aún teniendo un número de votos similar, han obtenido una cantidad de escaños diferente (véase el caso EAJ-PNV y ERC, por ejemplo), mientras que lo contrario también sucede: partidos que han obtenido muchísimos más votos se encuentran con un número de escaños similar a otros (el caso más escandaloso, sin duda, es el de IU que, habiendo obtenido más del tripe de votaciones que ERC obtiene un escaño menos que éste).

Siguiendo un método equitativo, el reparto de votos hubiera sido muy diferente y, por supuesto, más lógico. Hasta siete partidos más (es decir, casi el doble) hubieran obtenido representación. Por supuesto, en contrapartida, los dos partidos mayoritarios hubieran perdido escaños, lo que les alejaría de la mayoría absoluta y proporcionaría una mayor pluralidad al gobierno. Las ventajas son muchas: el gobierno debería hacer coalición y no tendría tanto poder para actuar a su libre albedrío, la oposición no se limitaría a un sólo partido y existirían alternativas reales a los partidos predominantes.

Mi opinión al respecto es clara: Se debe evitar en toda medida la inercia de votar directamente al partido de la oposición cuando existe un descontento con el gobierno de turno. Existen muchísimos más partidos a los que votar (en estos comicios, hasta un total de 92), y la excusa de que "es el partido que más opciones tiene" no hace más que propiciar todavía más el bipardidismo del que conviene huir y evidenciar la falta de madurez del votante, que debería votar por sus intereses, con razones argumentadas, más que por el arrastre del resto de votantes.

1 comentario:

Valadrem dijo...

Totalmente cierto.

Hay un 16.25% de gente que no ha votado ni al PP ni al PSOE, pero sólo un 8% de los diputados no se corresponde a uno de estos partidos.

Esto significa que más de un 8% de la población, más de dos millones de españoles, podríamos haber tirado nuestro voto a la basura y los resultados habrían sido los mismos. Este tampoco es mi país.