lunes, 8 de diciembre de 2008

En Stand-By

Los lectores de este blog ya se habrán percatado de que éste lleva un tiempo sin estar actualizado, faltando la nota de prensa con la que solía comenzar cada mes y que -poco a poco- parecía llevar camino de converirse en un clásico y rompiendo la tónica que llevaba de -aproximadamente- una entrada semanal. Esto se debe, principalmente, a dos razones relacionadas con mi tiempo libre y mi interacción (y la de los lectores, respectivamente) con el propio blog.

En primer lugar, la cantidad de tiempo del que dispongo para entrar en el blog ha disminuído drásticamente. Aún cuando tengo algunos temas en mente que me gustaría tratar, no puedo entretenerme tanto como quisiera buscando información, documentándome necesariamente y comparando diferentes opiniones para escribir una entrada con la calidad que desearía. En segundo lugar, he empezado a notar que la escritura comenzaba a ser una autoimposición; esto es, quería obligarme a escribir por lo menos una vez a la semana. Aunque los estropicios generalizados que ocurren continuamente en este país darían para muchas más entradas semanales, no quiero desvirtuar mi trabajo: cuando un entretenimiento, una forma de expresión y un gesto que se hace de forma desinteresada se convierte en algo obligatorio, creo que es momento de parar y ponerse a pensar.

También es cierto (debo admitir) que la ausencia de opiniones me desanima un poco. Es fácil comprobar que la mayoría de visitas que recibo son meros vistazos después de encontrar este blog en los resultados del buscador favorito del usuario. Esto no sería problema si existiera contara con un debate participativo en los comentarios (signo de que el tema interesa o bien mi postura no es compartida, ambas opciones bienvenidas), lo cual no parece ser el caso. En definitiva, hay veces que me planteo si el blog sirve como algo más que como una vía de escape para discrepar de lo que considero incorrecto o si, por el contrario, lo único que consigo es mostrarle a cuatro gatos cómo pataleo cuando algo no me gusta.

En definitiva, creo que es hora de cambiar la política del blog. Escribiré cuando pueda y quiera. Si, mientras tanto, algún lector quiere comentar, participar o colaborar, desde aquí está invitado a dejar los comentarios o enviarme los correos electrónicos que crea necesario. Mis sinceras disculpas a los (posibles) lectores habituales; de momento, manténganse a la espera. Les mantendremos informados.

3 comentarios:

Valadrem dijo...

Hola Asgard.

La triste verdad es que éste es un país en el la política es un tema casi tabú. Cierto es que mucha gente no tiene ningún problema en posicionarse junto a un partido político para que piense por ellos, pero son muy pocos los que deciden tener su propia opinión.

Es probable que sea algún tipo de higiene mental. A fin de cuentas, la democracia actual no admite más opciones: o éstos o los otros. Y mejor estar con uno de ellos que no en una esquinita, sin ninguna compañía.

Pese a todo, creo que tu blog tiene valor. Sirve a la gente que está en esa esquinita para saber que no están solos. Y a los de la esquinita de un poco más allá para descubrir que hay muchas esquinitas. Sirve a los que no están una esquinita para que descubran que hay más opciones, que no todo en la vida es azul gaviota o rojo rosa.

Te planteas si el blog será algo más que una vía de escape. Aunque así fuera, que no es el caso, no habría nada de malo. A fin de cuentas, un diario no es más que eso, y millones de personas escriben un diario en todo el mundo.

Con respecto a los comentarios, no te preocupes. Microsiervos, el blog más leído en español no tiene ningún comentario, porque no les hace falta. Y eso que ellos no hablan de política.

Sigue escribiendo.

Saludos.

Asgard dijo...

Gracias por el comentario, Valadrem. Veo por lo menos que mis escritos no se los lleva el viento. En horas flojas, palabras como esas realmente se agradecen.

Anónimo dijo...

Eiii chavalote

pero anímate. Yo tb envié una postal navideña que sólo cuatro de unas viente personas tuvieron el detalle de felicitarme la navidad de vuelta. Y no por eso pienso que tú no la leíste :) Ni tampoco por eso voy a dejar de leerte o escribirte o de felicitarte...
Todos tenemos momentos de bajón, pero siempre hay que mirar la parte positiva, escribiendo, la gente, al menos, te tiene presente.

Un beso