miércoles, 26 de noviembre de 2008

Sueldos de Diputados

El Congreso de los Diputados ha publicado en su página web oficial los sueldos y complementos retributivos que recibe cada uno de sus miembros. Los datos se pueden ver con más claridad en la gráfica de la izquierda que nos llega vía H. de Pedro mediante el panfleto 20minutos. Por lo visto, parece que estos personajes no son precisamente mileuristas ya que, contando simplemente el sueldo base, ya casi cuadruplican en salario típico español. Con esto, no me extraña que, en un alarde de falsa empatía, dijeran que iban a hacer un "gran esfuerzo" congelándose los sueldos (¿tal vez hasta el año que viene?). Además, resulta bien claro que algunos de ellos disponen de más de 3000 euros mensuales para gastos de libre disposición. En pocas palabras, ¿Crisis? ¿Qué crisis?.

Podríamos decir que, debido a su cargo de alta responsabilidad (ejem), es natural que cobren un salario similar. En principio estaría de acuerdo si tuviéramos solo en cuenta el salario base. Incluso puedo entender que tengan gastos de representación, siempre y cuándo éstos fueran, por ejemplo, unas pagas razonables cuando tuvieran que viajar por razones de trabajo (y no me valen jets privados o vuelos en primera clase con comidas en lo que lo más barato es el caviar) que estuvieran bien detalladas y a disposición del ciudadano. Sin embargo, no acabo de entender lo que son los gastos libres, los complementos y otras indemnizaciones. Las cifras tampoco ayudan a esclarecer el panorama: ¿en qué se puede gastar mensualmente cada diputado el sueldo típico español?

Peor aún se ponen las cosas cuando uno se acostumbra a ver el hemiciclo casi vacío. De hecho, el 20% de sus señorías han tenido una nula actividad en el Congreso. Parece que, después de recibir esos sueldazos, los señoritos no están por la labor y, como puede leerse, por ejemplo, aquí, la desmotivación y el exceso de tareas conforman la excusa perfecta para la ausencia laboral. ¡Sí señor! Imagínese usted la cara que pondría el jefe de cualquiera de nosotros si le dijéramos que no vamos a trabajar por estas causas. Creo que el despido sería la menor de las consecuencias. Pero a los señores diputados esto parece no importarles demasiado e incluso se lo toman a pitorreo, como es el caso de la diputada Cayetana Álvarez que, al ser advertida de este hecho, registró 5195 preguntas en un solo día.

Para rematar, los que crean que este ciclo de cobra-mucho-trabaja-poco es insuperable se equivocan de nuevo. Una iniciativa del presidente del consejo, José Bono, propone que las sesiones del pleno se reduzcan de tres a dos jornadas; martes y miércoles. Con esto, los jueves se usarían solo para trabajos de comisiones, lo que daría pie a que los diputados que no pertenecieran a ninguna comisión pudieran hacer las maletas y volver a casa. Si bien es cierto que la asistencia a los plenos es sólo una parte de su trabajo, no es menos cierto que ése es precisamente el lugar donde se decide y debate el resto de su trabajo. De hecho, la no asistencia implica un menosprecio al trabajo de sus compañeros y una falta de respeto al ciudadano. En definitiva, más de 3000 euros por jornadas de dos días, mientras que, por supuesto, el resto de ciudadanos para los que trabajan acabamos pringando cinco días a la semana con horarios interminables para llegar, con suerte, a percibir un tercio de ése sueldo. Sí señor...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Otro kilo de demagogia